En diálogo con La Nueva Mañana, la diputada cordobesa Gabriela Estévez alertó sobre la falta de insumos y despidos de trabajadores en Fabricaciones Militares de Córdoba, vaciamiento que se va extendiendo a las fábricas del resto de las provincias y que pone en riesgo la continuidad de Fabricaciones Militares en la Argentina. Al igual que López Murphy, Ministro de Seguridad del gobierno de La Alianza, Oscar Aguad profundiza la línea de entrega de la industria militar.
-¿Cuál es la situación de las fábricas militares en la provincia de Córdoba?
-Las fábricas militares en Córdoba, tanto de Villa María como de Río Tercero, vienen sufriendo un proceso de vaciamiento en estos dos años de gestión de Cambiemos, que comenzó con la baja de proyectos muy importantes como el proyecto vagones o como el proyecto radares, y que continuó con la falta de entrega de insumos para la producción para la fábrica de explosivos de Villa María.
Esto tiene un impacto negativo en la región importantísimo, porque en el caso de la fábrica militar de Villa María dejaba en la ciudad 25 millones de pesos por mes en sueldos y en tercerizadas. Ahora todo ese dinero, con la seguidilla de despidos que se vienen dando y con la programación de despidos que tienen hacia adelante, va a dejar de volcarse en la ciudad, va a dejar de impactar en los comercios y en toda la región en términos económicos y eso es una pérdida importantísima. Lo mismo sucede en Río Tercero, porque no solamente viven de la fábrica los trabajadores sino todos los comercios de la zona y el impacto que va a tener en la economía regional es muy preocupante.
En la fábrica de Río Tercero despidieron a 29 trabajadores, en la de Villa María a 30 empleados y en lo que lleva de gestión Cambiemos con estos últimos serían 260 los despidos directos, a los que hay que agregarle los 800 trabajos indirectos que se han perdido a partir del vaciamiento en la producción, lo cual da una dimensión del problema.
Los dirigentes gremiales de la Asociacion de Trabajadores del Estado (ATE) se han reunido con el interventor de (la Dirección General de) Fabricaciones Militares, (ingeniero Luis Riva) y les anticipó que iba a ver una serie de despidos a nivel nacional que implicará que de cada 3 trabajadores solamente va a quedar uno, tanto en las fábricas militares de Córdoba como en el resto del país, a pesar de las promesas que hicieron antes de las elecciones la vicepresidenta Gabriela Michetti y el ministro de Defensa, Oscar Aguad, que se comprometieron a no producir ningún despido y que los trabajadores que participaban de los proyectos que fueron de baja iban a ser relocalizados. Sin embargo han pasado solo dos meses y ya comenzaron otra vez con los despidos.
-¿Cuál es la intención que cree usted tiene el Ministerio de Defensa con estas fábricas?
-Creo que vienen a reeditar el plan que tuvieron en los 90 que fue el cierre de varias fábricas como en el caso de Córdoba, con el cierre de la fábrica militar de San Francisco. Es un proceso de vaciamiento y después llevarlas al cierre. Esto tiene mucho que ver con el rol que ha asumido el ministro (Oscar) Aguad en esta gestión, que es el de vaciar cada una de las áreas del Estado en las que le ha tocado intervenir. Recordemos que en el (desaparecido) Ministerio de Comunicación entregó nuestra soberanía espacial y lo mismo está haciendo con Fabricaciones Militares, ha venido al Ministerio de Defensa hace poco y ya estamos hablando de posibles cierres y de la baja de varios proyectos muy importantes que implicaban desarrollo científico y tecnológico. Está claro que ha apuntado a ese tipo de proyectos para bajarlos.
-Las compras que ha realizado el Gobierno de material militar en el exterior, ¿acompaña este proceso de vaciamiento de las fábricas militares en la Argentina?
-En la fábrica militar de Rosario estaba implementada la tecnología para producir chalecos, pero ahora los chalecos para las fuerzas de seguridad se están comprando en el exterior y están llevando a los trabajadores de Fabricaciones Militares para que capaciten a esas fuerzas sobre el uso de los chalecos que no les están dejando producir. Claramente la intención es vaciar las fábricas, hacer negocios en el exterior a través de la compra, como se ha denunciado, y además entregar también nuestra soberanía científica y tecnológica en el área de Defensa como ya lo hicieron con nuestra soberanía espacial al discontinuar los procesos de producción de satélites.
-¿Cuál es el presupuesto que se destinará a las fabricaciones militares en el Presupuesto 2018 que el Congreso acaba de convertir en ley?
-El año anterior y en el 2017 hubo una subejecución muy importante del Presupuesto que tiene que ver con la baja de los proyectos que mencioné anteriormente y, además, con la falta de insumos para la producción. Ahora en el nuevo Presupuesto (2018) no se contempla la inflación y tampoco hay un crecimiento del presupuesto con lo cual entendemos que si no hay un aumento del presupuesto que contemple paritarias y otros factores, a lo que se apunta es a seguir reduciendo la producción de fabricaciones militares, que tenían contratos firmados y perspectivas de trabajo y, en cambio, lo que hay es una voluntad política del Gobierno de vaciar y cerrar las fábricas.
Sin embargo, detrás de estas hay otras intenciones que son políticas que me parece que son el trasfondo real de esta situación y que hay que empezar a discutir. Cuando se decide entregar de la mano de Aguad la ciencia y la tecnología en áreas tan sensibles como el área satelital, cuando estaba el frente del (ex) Ministerio de Comunicaciones, y continuamos con la entrega de nuestro desarrollo científico y tecnológico en el área de Defensa con el vaciamiento de los proyectos de fábricas militares, también de la mano del mismo ministro, ahora en Defensa detrás de esto hay otro tipo de planes que tienen que ver con la entrega de nuestra soberanía nacional y con nuestra seguridad exterior que estamos poniendo en riesgo.
-¿Este proceso lo están viviendo también el resto de las fábricas militares del país?
-Sí, por supuesto. Hubo despidos en fábricas militares en Santa Fe y en las sedes de Capital Federal, San Juan y en la de Azul también están en riesgo puestos de trabajo. Comenzaron por Córdoba, siguieron por Santa Fe y están en riesgo todas las fábricas.
-¿Los despidos de las fábricas militares se enmarcan dentro de la política del Gobierno nacional de reducir el empleo público en la Argentina?
-Por supuesto. En el último Presupuesto, la proyección de despidos en el ámbito público es de 30.000 agentes. Lo que entiendo es que los trabajadores despedidos de las fábricas militares están dentro de este número.
-¿En qué situación está el proyecto que usted presentó en la Cámara de Diputados para declarar la emergencia laboral en Fabricaciones Militares?
Nosotros, avizorando que se venían despidos, sabiendo que no se entregaban insumos para la producción y conociendo la baja de los proyectos para producir vagones y radares, entendimos que estaban preparando el terreno para realizar despidos masivos, como está sucediendo; y en torno a eso presentamos desde el bloque PJ-FPV un proyecto de emergencia laboral en fábricas militares pidiendo que durante dos años se suspenda el despido de los trabajadores y que los que han sido despedidos fueran reincorporados. Hemos generado el proyecto y hemos convocado a una sesión especial para expresar nuestra preocupación y para tratar de ponerle freno a los despidos.
Fábricas y Sede Central
Córdoba: Fábrica Militar Río Tercero y Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Villa María.
Buenos Aires: Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Azul.
Santa Fe: Fábrica Militar Fray Luis Beltrán.
San Juan: Fábrica de Explosivos San José de Jáchal.
CABA: Sede Central.
Proyectos discontinuados
1. Cierre del Proyecto Vagones.
2. Suspensión de la continuidad de Convenio con INVAP para la fabricación de Radares.
3. Suspensión de la continuidad de Convenio con YCRT para la fabricación de Arcos para contención de galerías y Tubos de Aireación para la ventilación (fabricación de bridas y abrazaderas).
4. No renovación del Convenio con Yamana Gold-MASA para la provisión de servicios de voladura en la Mina Gualcamayo. Se estima que sin el sostén de este contrato se discontinúe el resto de las plantas de explosivos.
5. Mínima producción de pólvoras, tanto para la actividad privada, como para las Fuerzas Armadas.
6. La gran mayoría de los proyectos conjuntos con el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF) han sido parados o discontinuados.