El rector de la UNC Hugo Juri está impulsando el “Foro del Centenario de la Reforma Universitaria” para conmemorar los 100 años de la rebelión estudiantil iniciada en Córdoba. Recordemos que Juri fue funcionario del gobierno de Fernando De la Rúa y actualmente es el hombre fuerte de Cambiemos en el mundo universitario. Este año lectivo comenzó con su designación como nuevo titular del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), en el marco de un recorte de tres mil millones de pesos en el presupuesto de las Universidades nacionales y el congelamiento de las obras de infraestructura. Para analizar este escenario y pensar alternativas de conmemoración, compartimos la entrevista que realizó el programa Yerba y Alquileres (Radio Gráfica del Plata) a Aurelio Argañaraz, integrante del portal Iniciativa Política.
Como destaca Argañaraz, el “Foro” del rector Juri nuclea a la flor y nata del conservadurismo cordobés: el intendente de Córdoba Ramón Mestre; el periodista Miguel Clariá, notable catolicón mediterráneo; Carlos Jornet, director de La Voz del Interior (grupo Clarín); entre otros. ¿Qué tienen para decir estos sectores sobre una gesta rebelde orientada a la liberación nacional y social de América Latina? En esa dirección, merecen ser recordadas las palabras de Enrique Rivera: “La democratización de la Universidad que la Reforma planteó, de un extremo a otro de nuestra América, era el medio para convertir a la Universidad en el hogar ideológico de la revolución democrática y de unificación nacional de los países latinoamericanos. Esto resalta apenas consideramos sus proclamas y actos iniciales” (1957, ed. Patria Grande).
Argañaraz sugiere no quedarse de brazos cruzados y realizar un homenaje serio y consecuente con el ideario expresado por el Manifiesto Liminar, basado en la movilización de otros actores, opuesto a la pretensión de asociar al macrismo cipayo y retrógrado con Deodoro Roca y la gesta reformista y americana del 18. A su vez, la conmemoración genuina de la Reforma requiere un diagnóstico claro del escenario Latinoamericano actual: “Estamos a cien años de la reforma universitaria sin haber resuelto los problemas que ya en ese momento estaban planteados. (…) para resolverlos es prioritario superar la mirada de un futuro sombrío sin expectativas, puesto que un espíritu optimista, como el que se tuvo en el siglo XX, es el combustible que alimenta las gestas importantes. Asimismo, para cumplir con las tareas irresueltas, que son muchas en la Argentina semicolonial, hay que superar la debilidad que han mostrad los movimientos nacionales. Lo cual nos enfrenta al desafío de reorganizar en términos más profundos las fuerzas nacionales en América Latina, donde los vínculos fraternales entre los países de la región deberían dar lugar a que constituyamos un partido latinoamericano de emancipación continental”.