Tras el anuncio del miércoles de la llegada de la constructora estadounidense Astris a las obras antes entregadas a Cartellone, llegan compañías francesas y europeas varias. Saldo positivo con EEUU en carnes y quizás limones. Sin avances en biodiésel y harina de soja.
El Gobierno nacional llega a la Cumbre de jefes de Estado del G20 con un puñado de acuerdos firmados con algunos de los países más poderosos del mundo, que le permiten a la Administración exhibir finalmente un relativo saldo positivo para su programa económico. No es lo que imaginó Mauricio Macri cuando supo que la Argentina sería sede de la Cumbre, pero está claro que el país y el estado de la economía nacional tampoco son lo que imaginaba ni él ni los países más poderosos del mundo.
No es la lluvia de inversiones anunciada desde 2015. Se trata más bien de varios acuerdos por financiamiento a tasas muy convenientes, de compra de productos extranjeros o de obras de infraestructura en diversos sectores atadas a la inclusión de empresas extranjeras en su ejecución.
Para el modelo imperante, son estos acuerdos una triple ganancia: por un lado aseguran las obras en energía, aguas y transporte que requieren las empresas de servicios que sostienen al Gobierno y son destinatarias del eje de su política; por otro lado alimentan la rueda del negocio del endeudamiento que los bancos extranjeros requieren para lucrar y finalmente expresan el desembarco de empresas estadounidenses, francesas y europeas varias en la construcción y en otros sectores hasta ahora monopolizados por empresas argentinas a las que el Gobierno busca desplazar.
En esa línea debe leerse la reciente imputación al CEO de Techint Paolo Rocca o la detención de los jefes de las constructoras más grandes del país.
Más atrás queda la intención de “abrir nuevos mercados”, propósito que se plasmó en las gestiones previas a la Cumbre y en los encuentros bilaterales de ayer del Presidente con los jefes de Estado de Francia, Italia y Singapur.
Lo más concreto que logra el Gobierno en materia de inversiones es la inversión china en uno de los ferrocarriles de carga para exportación (ver aparte), estratégico para el futuro de la producción nacional.
En materia comercial, lo más importante es la apertura al mercado estadounidense de carne fresca y la posible apertura de ese mercado para la exportación de limones (el más importante, el del biodiésel, no tendría avances). Y el compromiso de Singapur de firmar un tratado bilateral de inversiones y otro de promoción del turismo. Hoy se sumarían acuerdos con Italia Y Canadá, entre otros.
Lo extranjero vale más
El Gobierno nacional culmina esta semana el desplazamiento de las grandes constructoras nacionales de las grandes obras públicas.
Se confirma la llegada de gigantes de EEUU a las rutas, poderosas firmas chinas a los trenes y mega-trust europeos de la energía, el saneamiento, las aguas, los residuos y la infraestructura urbana.
El círculo se cierra con el negocio financiero de bancos extranjeros, la ganancia de las energéticas nacionales y el desplazamiento de las empresas de “los cuadernos de la corrupción”, todas nacionales.
Empresa china construirá un ramal ferroviario estratégico
El Gobierno rubricó ayer un acuerdo con directivos de la empresa china CRCC en el que la firma se compromete a invertir 1.089 millones de dólares (unos 40 mil millones de pesos) para recuperar el tendido del ferrocarril San Martín de Cargas que une la región de Cuyo con el puerto de Rosario.
La obra, un fenomenal negocio no sólo constructivo sino de transporte futuro, recorrerá 1.020 kilómetros, generará 3.800 puestos de trabajo y duplicará en siete años, el volumen de carga a transportar entre Mendoza y Rosario, informó el Ministerio de Transporte.
Francia ingresa en un área estratégica: la defensa
El Gobierno de Francia otorgó ayer un crédito por 319 millones de euros – equivalentes a unos 363 millones de dólares- para que el Gobierno adquiera cuatro patrullas costeras francesas que serán destinadas al programa de Recuperación de la Capacidad de Patrullado Naval Marítimo.
Se trata de la punta de lanza de empresas estratégicas del complejo industrial militar galo en un área del Estado nacional que está sedienta de inversiones y que ante el nuevo escenario de inestabilidad mundial, requieren mayor atención presupuestaria del Gobierno nacional.
Obras por US$460 millones para empresas europeas
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, suscribió acuerdos de financiamiento con el presidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Werner Hoyer, y la directora argentina de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), Juliette Grundman, por US$ 322 millones para obras de agua y saneamiento y proyectos de energía solar en Jujuy.
El BEI financiará obras de agua y saneamiento en el área metropolitana y de gestión de residuos provinciales por US$ 125 millones, y comprometió US$63 millones para el desarrollo de energía solar en Jujuy.
En tanto, la Agencia Francesa de Desarrollo comprometió financiamiento por US$134 millones para fortalecimiento de la gestión provincial e infraestructura hídrica y energética.
Los mandatarios también suscribieron un contrato de garantía sobre un acuerdo de financiamiento entre la provincia de Jujuy y BEI por US$ 45 millones, destinado consolidar la política ambiental provincial a través del programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos y Valorización Energética (GIRSU).
Además se firmó una Carta de Intención con AFD, el BEI y la provincia de Jujuy, que abre la puerta a la posibilidad de llevar a cabo, en 2019, un proyecto de energía solar para esa provincia que asciende a un monto de hasta US$ 126 millones, de los cuales BEI aportará 50% y AFD 35% aproximadamente.
El proyecto energético prevé la construcción de parques solares a fin de incrementar la producción de energía limpia (sin emisión de CO2) y renovable para ser ofrecida al sistema de distribución de energía eléctrica de la provincia.