Iniciativa Política frente a las elecciones provinciales del 12 de mayo

De un modo inesperado, después de una orden llegada desde el comando supremo del kirchnerismo, presumiblemente de la propia Cristina Kirchner, el sábado 23 de marzo nos enteramos de que en las elecciones del 12 de mayo no será posible votar en Córdoba a una lista de candidatos que exprese al campo nacional y popular. Esa novedad intempestiva nos exige señalar qué pasó para que esto ocurriera, y decidir qué hacer en las elecciones de mayo.

Definir las razones que determinaron esa decisión, que nos parece desafortunada, es un deber, para capitalizar la experiencia y tratar de evitarle a la militancia futuras reiteraciones de amarguras que ya parecen haberse convertido en crónicas. No cabe “salvar la ocasión” justificando lo absurdo. Lo único aceptable es una disposición a sacar seriamente las conclusiones que surgen del episodio. En primer término, debemos analizar con la cabeza fría el contenido y las formas de la decisión tomada por la conducción  nacional. En las formas incluimos el momento elegido –a tres días de lanzar la campaña de la lista kirchnerista con un acto público que implicó el esfuerzo de toda su militancia– y la falta de explicaciones sobre los motivos que sustentaron la decisión. Decir, como dice Carro, que levantar las listas es parte de “una estrategia que trasciende nuestra provincia”, es omitir una explicación sobre cuál es esa “estrategia”.

En el orden al cual se someten Carro y los demás “referentes” está prohibido argumentar, si eso incluye juzgar las razones que presiden las órdenes tácticas emanadas del mando supremo. Es la lógica organizativa impuesta al peronismo por quien le diera el nombre, el General Juan Perón. No la compartimos, pero cabe señalar que Perón ya no está.

Pero, los seres humanos son porfiados y quieren interpretar los designios del Altísimo. El silencio de Perón sobre los motivos últimos de sus elecciones tácticas alimentaba un sinfín de intérpretes de su voluntad. Más o menos antojadizos, más o menos oportunistas, más o menos sinceros, y, fundamentalmente, más o menos certeros, le brindaban a Perón un terreno fértil para guiar el movimiento que lideraba haciendo jugar un sector contra otro sin comprometerse jamás con ninguna fracción. Lo mismo parece ocurrir ahora; la falta de toda explicación, asumida como un hecho fatal, permite que cada uno entienda como se le viene en gana la voluntad, divina, de la conducción.

Alguien verá “una decisión de votar a Schiaretti”, que a su vez puede ser el fruto de “un pacto”, o sólo “un gesto” si el entendido cree que la tesis del pacto es poco creíble ¿Cómo podría haber un pacto, si Schiaretti es el gobernador más próximo a Macri y no hay modo de pedir a quienes iban a votar a Carro que voten al actual primer mandatario provincial? No, es sólo “un gesto”, para el consumo peronista de las diversas latitudes. Y así.

Pero estas suposiciones no explican las formas. Si sólo hubo consideraciones tácticas, más allá de cómo las juzguemos ¿por qué las cosas se hicieron de un modo que conducía al papelón? ¿Fue forzoso improvisar, en la madrugada del sábado?  ¿Nadie pensó en los votantes y militantes de Córdoba? ¿O tan poco importa eso que nos “explicarán” que se debe “sacrificar Córdoba” para hacer “un gesto” hacia los  amigos de Macri?
Y en cuanto al contenido ¿Deberíamos entender que una buena táctica es fortalecer al gobernador peronista que, con Urtubey, milita para obstruir una confluencia opositora y, al contrario, busca recrear el bipartidismo neoliberal de los 90, cuando ese bipartidismo votaba por la entrega del patrimonio nacional y los ciudadanos de a pie no teníamos otra opción que votar por que nos ahorcaran o votar por que nos sentaran en la silla eléctrica?

Ese es el país que quiere Schiaretti y la elite antinacional que conquistó la hegemonía en el peronismo cordobés, para transformarlo en representación de los agroexportadores y las corporaciones transnacionales que financian y orientan a la Fundación Mediterránea. Allí nada queda del peronismo de Perón, salvo los retratos del General y de Evita, útiles como taparrabos de un neomenemismo rampante, firmemente asociado con el gobierno de Macri, hasta el punto de que se duda sobre qué quiere el poder central que ocurra en Córdoba, en estas elecciones.

Esa base electoral, conservadora, antinacional, es decisiva para sostener en el poder a la alianza que hoy se llama Hacemos Córdoba. Es frecuente, en nuestra provincia y mucho más fuera de ella, no advertir esto, clave para entender por qué causas es tan firme en su política antinacional el PJ cordobés. El comprensible deseo de la militancia peronista que quiere recuperarlo para la causa nacional debe asumir, por consiguiente, que lograrlo requiere desalojarlo del poder, desatar una crisis dentro de sus filas y recomponer sus relaciones con la base obrera y popular que lo sostenía en otras épocas. Su caso es atípico en el país, dentro del cuadro de los problemas que sufre el movimiento fundado por el General Perón.

Desde INICIATIVA POLÍTICA juzgamos imprescindible construir una gran confluencia opositora, para asegurar el fin del ciclo amarillo en la conducción del Estado nacional. De ningún modo podríamos cuestionar acciones, y aun gestos, destinados a lograr ese objetivo. Hasta tal punto consideramos prioritario unir a la oposición que podríamos entender que se incluya para lograrlo, dentro del armado y sin ceder el liderazgo, a un hombre de la embajada de los EEUU, como Sergio Massa. Su base electoral no es gorila; puede ser tentado. Contrariamente, los datos históricos y actuales permiten afirmar que Schiaretti y los suyos son enemigos firmes de esa construcción.

Mientras sus propios socios de Alternativa Federal, Massa y Lavagna y el mismo Eduardo Duhalde, se muestran hoy abiertos al diálogo con toda la oposición, sin excluir a Cristina Kirchner, Schiaretti y Urtubey se niegan en seco ¿Por qué?: quieren relevar a Macri con otra figura de la política colonial, para perpetuar su política, en lo esencial, apenas matizado al modo Menem, para    corromper al conjunto del movimiento nacional. Votarlos es fortalecer a un enemigo del pueblo y la patria.

Siendo así, para los argentinos patriotas que vivimos en Córdoba no hay otra opción que votar en blanco. Llamamos a los trabajadores y al pueblo de Córdoba a respaldar esta postura. Votar a Schiaretti es votar a un aliado de Macri. Elegir, como unos pocos sugieren ante la tristeza que implica votar en blanco, a las sectas ultraizquierdistas, es respaldar a esa  “izquierda” tan antinacional como infantil que dijo que Macri era igual a Scioli, que no hay diferencias entre Macri y Cristina y es tan erróneo defender a Venezuela como apoyar su invasión, ya que Maduro da lo mismo que Trump.

No hay un mal menor. Puede serlo, a veces, votar “al enemigo de mi enemigo principal”.  Schiaretti carece de esa condición. Este momento, duro, sólo es útil para comprender la necesidad de que construyamos una organización propia, nacional-democrática, libre de toda conducción externa; liberada, además, de la dependencia a los sellos electorales vacíos y sus dirigentes sin base, que sólo tienen apetitos e intrigas. Porque no hubo pacto; tampoco gesto. Hubo sí intrigas y estas impulsaron una decisión errada.

Un instrumento de esas intrigas fue el audio donde se escucha decir a Carro “yo no seré el candidato a gobernador de una lista armada en Buenos Aires”. Ese audio se hizo llegar al Instituto Patria, para castigar al soliviantado. La expresión existió. Mirando al futuro, debe  recordarse: Carro puso palabras a un estado de ánimo generalizado en Córdoba, harto de los intrigantes y las manipulaciones “porteñas”. Asumir la verdad: está en debate el modo de conducción vertical, se lo admita o no. Sin resolver esta cuestión, no será posible construir en la provincia una fuerza nacional capaz de crecer, dando cauce a las corrientes populares de la provincia.

La conclusión es que debe elegirse entre ser peones de un ajedrez que otro juega, o representar a nuestro pueblo ante todos los ajedrecistas, amigos o enemigos. Ese es el dilema, para no gastar más esfuerzo en vano, para no quedar a merced de las decisiones de una cúpula nacional que se equivoca, siempre. Yerra, y erró, al ungir a los obedientes como “dirigentes” y castigar a quienes desafiaron los dictámenes. En efecto, la sumisión de quienes fueron señalados como “referentes” no pudo más que limitar la construcción política, mientras que la debilidad ideológica, y el amorfismo de las organizaciones que generó, avivaron las conductas advenedizas de diferentes caciques de tribus fantasmales. Así, hubo varios tránsfugas de la lista presentada en el 2015, seducidos por el oficialismo provincial. Y habrá más pases ahora, al no participar en las elecciones de mayo próximo, decepcionados por la inconsistencia con que actúa el kirchnerismo en la  provincia. Por lo que fuere, se hizo mucho para rifar el capital y la representatividad, hasta llegar a un estado actualmente agónico.

Resumiendo desaciertos: 1) No hubo pacto, ni temor de “perjudicar a Schiaretti” (Carro). El sentido común indica la falsedad de esa versión: Hacemos Córdoba no necesita ayuda: al quebrarse Cambiemos, corre a caballo contra dos tortugas. Todos lo saben, el “apoyo” es superfluo. Y, dada la naturaleza del PJ cordobés, no habrá “devolución de favores”; 2) El “gesto” es una mentira, para ocultar las intrigas y la cachetada al que pretenda limitar los poderes de “Buenos Aires”. Alarma pensar que se les hubiera ocurrido en el último minuto  pensar en “un gesto”, castigando otra vez al k local. No hay idiotez, hay maltrato; 3) Sí es una tontería lo del repentino temor a la “tapa de los diarios” del 13 de mayo; la posible repetición del “síndrome  Neuquén”, donde en verdad hubo un buen resultado: ¿acaso es mejor el papelón y el abandono? ¿El país no sabe qué pasa en Córdoba? ¿Ignora que aquí somos una minoría?

Un 10% parecía probable y ¡era un triunfo en una elección para cargos ejecutivos! La realidad, esta vez, es más triste que la ficción: se impuso la intriga. Y la verticalidad es igual que Atila, mata las primaveras. Lo venimos viendo, particularmente pero no sólo en Córdoba, desde hace mucho tiempo. Es una de las causas que nos hicieron raquíticos.

Proponemos a los compañeros del campo nacional un serio debate sobre esta coyuntura; sobre cómo responder a la necesidad de crear en Córdoba una poderosa fuerza nacional, popular y democrática, apta para recuperar iniciativa política y terminar con la decadencia política, económica y social, de nuestra provincia, gobernada por “variantes de la misma ignominia”, frase de Irigoyen, desde 1974, con la caída de Obregón Cano y Atilio López. Esa poderosa fuerza no puede surgir del dedo de nadie. Para ser bueno, para calentar, el fuego debe venir de abajo.

7 comentarios en “Iniciativa Política frente a las elecciones provinciales del 12 de mayo”

  1. comparto plenamente lo expuesto, pero esto no debe quedar en una secion de terapia grupal, debemos juntarnos para avanzar, no tenemos compromiso con nadie, sólo con el pueblo, los trabajadores y Cristina

  2. Desacuerdo. Yo, absolutamente kirchnerista, ya había decidido acompañar al oficialismo provincial y no por Pablo Carro, sino por quienes lo seguían en la lista que le aseguraban una derrota indigna. Sumado a la oportunidad de retener la provincia (frenando a Negri) y de ganar las elecciones municipales después de 3 períodos. Hay tácticas y estrategias mayores que solo los peronistas comprendemos en situaciones límites como la que vivimos ahora.
    Además, me pregunto si quienes integraban la lista de U.C en Cba querían competir dignamente o solo perseguían un cargo seguro por 4 años, aún a costa de incendiar la imagen de Carro que es el mejor dirigente que hemos tenido en esta provincia. Lo primordial para mí es recuperar Argentina de la mano de CFK, con los mejores dirigentes a la cabeza o con la cabeza de estos.

  3. De todo lo expuesto queda claro que esta editorial o simplemente escrito busca descalificar la desición del Patria, que fue lícita y veraz, porque la orden fue clara y contundente, CONSTRUYAN Y AMPLIEN EL ESCENARIO POLÍTICO !! se logro ??? no en absoluto solo buscaron un conchabo político, los de siempre, que no dejan surgir un recambio generacional, solo buscan mantener intactos los kioscos y en el Patria no están los compradores de humo, saben de política y juegan en las grandes ligas, sino lo entiende o no lo quieren ver, será motivo de otro análisis, pero en las elecciones de mayo en Córdoba es ó Schiaretti o los pseudos radicales o semi radicales que entregaron el marrón a los neoliberales de la Docta, no jodamos más, NO SUPIERON ó no dejaron construir una alternativa posible a los conchabos del 2003 hasta aquí, sean maduros y analicen las estrategias políticas, será un favor o un acuerdo pues bién ante las alternativas que tenemos en la DOCTA, no existe otra posibilidad que votar al oficialismo que gobierna desde hace 20 años nuestra Provincia, sino supimos construir un frente electoral no es culpa del Patria , la responsabilidad es de los pseiudos dirigentes que rodearon a Pablo Carro y no le dieron posibilidad de convocar, solo les interesó la conveniencia personal, para conseguir un carguito que les permita seguir prendidos en el candelero político, sin importar saber interpretar las consignas políticas del PATRIA: AMPLIAR LA CONVOCATORIA !!!!!!! es tan dificil entender ó interpretar lo que quiere CFK, de aquí a Agosto y después Octubre ????? dejen el cinismo que es capital de los PRO, no del KIRCHNERISMO y haganse cargo las tribus de Córdoba que son numerosas en cantidad en títulos, pero de votos ni hablar, en CÓRDOBA ES SHCIARETTI ó MESTRE / NEGRI ????? sepamos hacer una autocritica y hacerse cargo de los errores que cometimos en 12 años en la Docta, los dirigebtes siguen siendo los mismos, que ni hace falta nombrarlos y ahora llaman a votar en blanco ??? compañeros no somos DEL CAÑO, somos PERONISTAS/ KIRCHNERISTAS Y SUS ADHERENTES, basta de kisosquitos, sepamos construir en grande, no solo un carguito, sin estructura política sin programas, sin propuestas, BASTA DE BOLUDEAR, CREZCAMOS POLÍTICAMENTE y a través de eso sepamos cosechar lo sembrado, no simplemente un cargo que beneficia a los conchabados que ya tuvieron su oportunidad y no supieron ó no quisieron cosntruir una alternativa para convocar y crecer en CÓRDOBA. Tengan buenas noches.HLVS COMPAÑEROS !!!!!!!

    1. Este documento busca elevar la discusión, de modo tal que se espera que quien desea participar sostenga su posicionamiento con fundamentos y reflexiones elaboradas. Ninguno de los firmantes del documento tiene otra aspiración más que contribuir a la conformación de una expresión local que represente los intereses de las mayorías desde una visión nacional, puesto que asumimos que no existe en Córdoba ningún espacio que defienda el interés nacional.
      Ahora bien, me parece una insensatez sin ningún tipo de fundamentación lógica apoyar a Hacemos por Córdoba en función del calor de una pasión peronista, del tipo “somos todos peronistas, vamos por acá” (si total, para un peronista no hay nada mejor que otro peronista). En contraposición a estas salidas fáciles e irreflexivas, decidimos enfrentar este escenario complejo producto de las desatinos del Instituto Patria dando el debate, sosteniendo con argumentos los motivos por los cuales consideramos que en Córdoba no hay fuerza política que defienda el interés nacional, ni siquiera tibiamente.
      De todo este frente de espacios abiertamente liberales desde lo económico que conduce Schiaretti, uno esperaría un posicionamiento más firme respecto a la defensa del interés nacional de parte del peronismo. Pero no es así, el PJ local se ha caracterizado por defender los intereses de las multi que conforman la Fundación Mediterránea. Esto se traduce por ejemplo en políticas en beneficio de ese bloque en detrimento del tejido más nacional. Por caso, el Banco de Córdoba, junto a Citibank, Galicia, Banco Francés, JP Morgan y la petrolera Shell han participado en maniobras especulativas generando corridas cambiarias en épocas de control del tipo de cambio. Del mismo modo que usan los instrumentos del banco para incentivar el consumo de supermercados de firmas extranjeras, con rebajas y otros beneficios a los que no pueden acceder comerciantes locales. Ni hablar la tensa relación que tuvo el gobierno de De la Sota con la empresa estatal de energía y que mantiene actualmente el gobierno de Schiaretti. La gestión de este peronismo conservador en lo político y liberal en lo económico no es ni nacional, ni mucho menos estatista. Están vaciando y desguazando a la empresa estratégica de energía ¿cómo se defiende esto desde el peronismo?
      Es real que hay diferencias entre el radicalismo aliado al pro y el PJ cordobés: difieren en parte de sus bases. Eso responde a que el verticalismo del gobierno nacional se ocupó de ahogar la construcción de una alternativa nacional en nuestra provincia, durante los 12 años de gobierno…las bases nacionales no tenían opción (hoy eso se convirtió en la cruda realidad). Muy bien, entonces la ecuación que hacen algunos es: «entre esos dos, que no son lo mismo, elijo al peronismo, que en definitiva se unirá y confluirá en las nacionales hacia la conducción «más nacional» (todavía no sabemos de quién).»…..Visto así, el voto en blanco obstruye la unidad para derrotar a Macri. Lo que planteamos en IP es lo siguiente: primero que Schiaretti ganaba sin los votos de Carro. Segundo que Schiaretti (y en ésto diferimos compañero), va a obstruir la unidad para derrotar a Macri. Schiaretti no va a confluir y encolumnarse tras CFK. Él, al igual que Urtubey, no representa lo mismo que el resto de los gobernadores peronistas. Va a jugar contra la unidad. Esa es la diferencia de planteo, no el purismo ideológico.

  4. Macri no es igual que Scioli, dicen. Cristina manda a votar a Sciaretti, que es Macri en Córdoba. El PJ cordobés mandó a votar a Macri, haciendo su aporte al 75%. Scioli dice que Macri no es mal intencionado y que Vidal lo sorprendió gratamente. Hechos concretos. Lo demás es biri biri.

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