El discurso de Schiaretti y la lucha por vencer a Macri en octubre/Iniciativa Política

schiaretti eleccionesEl discurso que  pronunció Schiaretti el domingo por la noche tiene la virtud de ser muy claro y meditado. Por esa razón, sugerimos a la militancia nacional y popular que lo escuche con atención, para advertir que todas las definiciones del gobernador son indicadoras (las señales se dirigen sobre todo al establishment) de que nada tiene en común con el “peronismo kirchnerista” y propiciará la variante “federal y republicana”, que, sobre esto no caben dudas, es el continuismo con mínimos retoques. Una vez develado el interrogante de la elección del 12 de mayo (cuánta diferencia le sacaría a la segunda fuerza), el reelecto gobernador puso énfasis en:

• El “equilibrio fiscal”, sin el cual las sociedades “entran en problemas”. Es la fórmula del FMI. Y el punto 1 del acuerdo de 10 puntos propuesto por Macri. A diferencia de Lavagna, que señala que el equilibrio fiscal no puede basarse en la recesión, Schiaretti lo formuló como un absoluto, sin más condiciones. Igual que Macri.

• Del mismo modo, subrayó que Córdoba siempre cumplió con los acreedores y no declaró el default, “ni siquiera cuando lo hizo la Argentina”. Es el punto 10, entre los 10 puntos del pacto propuesto por Macri: “los acreedores” tienen prioridad.
• Subrayó “el respeto a la libertad de prensa”, implícita crítica a la Ley de Medios que anuló Macri. Un poderoso guiño al establishment mediático.

• Desarrolló con claridad una concepción neoliberal sobre las relaciones entre “el mercado” (eufemismo que define al poder económico) y el Estado. El Estado schiarettista “no es una carga para el sector privado, ni compite con él”; es un “Estado fuerte”, para brindar lo que Schiaretti llama “la justicia social” –una visión cercana al conservadorismo “popular”, muy distante del peronismo histórico–, necesidades imperiosas que no cubre “el derrame”. Es también lo que hace Macri, que, como señala CFK tiene muchos más “planes” que los que tuvo el kirchnerismo. Schiaretti ilumina al enumerar de qué se trata:
–100.800 créditos a tasa 0 para que “la gente se haga una piecita o un baño”, alusión clara a las necesidades del mundo de las “ciudades” creadas por De la Sota, institucionalizando la marginalidad, sobre todo cuando se trataba de recuperar terrenos de villas que habían adquirido un gran valor inmobiliario. Obviamente, no pensamos que estas acciones deban suprimirse, para atender lo urgente, pero definir eso como “la justicia social” es retroceder hacia el asistencialismo preperonista, con una economía que deja en los márgenes a grandes porcentajes de la población.

–240.000 niños en comedores escolares. También se trata de asistencia a las poblaciones de bajos recursos (¿pobres habrá siempre, como decía Menem?).

–200.000 niños “que reciben la leche para que no les falten proteínas”. Idem.

–500.000 “cordobeses en situación más crítica” (obviamente marginalizados), que tienen una tarjeta para comprar alimentos”. Idem.

–40.000 “programas de empleo”, “gracias al Estado, y a los empresarios”. Sabemos que se edulcora la precarización laboral, dando a “las empresas” una mano de obra de bajo costo, que paga la provincia. Una ayuda a la expansión del empleo precario.

• Siendo que se trata de un discurso postelectoral, todo el planteo, si añadimos la referencia a que “Córdoba no es una isla” y “todas las provincias son viables” y la lectura de que en las elecciones “los cordobeses eligieron la moderación” y no “la grieta”, está destinado a dar a su victoria una proyección nacional (considerar que al comienzo dice que “no habrá república sin el peronismo y no habrá futuro para el peronismo si no es republicano”. Esa definición es todo un programa, para el que quiera ver.

En una palabra, todo el discurso –que obviamente está preanunciando una acción próxima en el panorama nacional– reitera un programa neoliberal, que compite con Macri dentro del bipartidismo prohijado por el FMI y el establishment y es incompatible con el proyecto de desalojar al neoliberalismo del poder, hoy representado por quienes buscan unir a las fuerzas nacionales, sin excluir a Cristina Kirchner. El plan de Schairetti, como lo confirma su discurso, es prolongar las políticas que hoy encarna Macri, como las encarnaba Menem en el momento en que fue relevado por De la Rúa. Desalojar a Macri, para proseguir con la entrega, las “relaciones carnales” con los EEUU y “la supervisión” del FMI.

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