El disciplinamiento de las disciplinas: la contrareforma en la UNC/Karina Tomatis

El sábado 19 de noviembre se suspendió la Asamblea Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba convocada para definir una reforma política que ha generado importantes controversias en la comunidad académica. Los principales puntos en debate son la ponderación utilizada en la elección directa y la exclusión de dos facultades por estar en proceso de normalización. Vale la pena analizar qué intenciones se ocultan tras el discurso oficialista y cuáles son las implicancias sobre el sentido de la de la reforma para la institución.

foto-unc-conflicto-2-300x225 Bajo la consigna “Otra universidad es posible” la reforma política impulsada por la gestión rectoral del Dr. Juri, de la alianza Cambiemos -Franja Morada y PRO-, se posiciona en una idea de democracia que supone de “sentido común”. Así se presenta en el material de difusión que ha circulado en el escaso mes que transcurrió entre la presentación del proyecto oficial y en respuesta a la interpelación que estudiantes, docentes, no docentes y egresados materializaron con la toma pacífica del Pabellón Argentina.

                La democracia es una construcción social que se ancla en las particularidades de la comunidad que la ejercita, no es un término rígido. Esto plantea una disputa de sentidos. Por un lado, un simple sistema de mecanismos con carácter políticamente neutral que contribuye a garantizar las elecciones/decisiones/deseos individuales. En contraposición, un ejercicio de garantía de derechos situados en un contexto histórico particular, que constituyen mecanismos de protección para la identidad social y política de quienes integran la comunidad, identidad también académica y de saberes para el caso. Frente a esta diferenciación, advertimos la concepción liberal que la actual conducción de la UNC tiene sobre la democracia universitaria. La alianza Cambiemos no entiende  a la comunidad académica como un colectivo diverso y complejo, sino como individuos atomizados que expresan sus preferencias libremente sin considerar sus particularidades. “El ciudadano abstracto, autosuficiente, parece inmune a toda pertenencia excepto a una UNC concebida de modo formal, como una universidad sin ciencias, sin artes, sin humanidades”, remarca la consejera docente Flavia Dezzutto.

                El sistema de elección directa propuesto por Juri, que probablemente se haga efectivo antes de fin de año, está asentado en el discurso de la democracia y la igualdad pero hecho a medida de las cuatro facultades de carácter profesionalista (Medicina, Derecho, Ciencias Económicas y Ciencias Exactas), las mismas que tienen un peso suficiente para quedarse con el poder en sus manos y que hoy gestionan la UNC.

                Esta discusión, que parece inscribirse en un simple sistema de ponderación, esconde una propuesta político-académica más profunda: alinear a la Universidad de la Reforma a una contrareforma educativa promovida desde el Gobierno nacional. El modelo de universidad que proponen, conocido como Plan Bologna o Proyecto Tuning para América Latina, entiende a las ciencias como una cuestión de competencias y destrezas en áreas concretas que demanda el mercado. Así la institución se transforma en una expendedora de títulos, un sello que garantiza habilidades para la actividad profesional. Relegando a un segundo plano a la universidad en su función de construcción de conocimientos científicos, técnicos, humanísticos y culturales situados, en función de las necesidades del país y de los sectores populares.

                El cambio en el sistema universitario y científico ha comenzado a dar sus pasos en el gobierno de Mauricio Macri. Como primera medida, a través de un minucioso trabajo sobre la distribución de los recursos económicos que se destinan al sistema, que resulta en un recorte presupuestario que atenta contra la subsistencia de una universidad pública, gratuita y comprometida con los sectores desprotegidos. El recorte es la antesala de la vuelta al arancelamiento, de la venta de servicios y la producción de conocimiento específico para quien pueda pagarlo, es decir, para los grupos económicos concentrados. A ello se suma el recientemente creado Sistema Nacional de Reconocimiento Académico que implementa un sistema de créditos que flexibiliza la formación superior, base para la mercantilización de títulos. Claramente el Ministerio de Educación se prepara para transformarse en el gerente de recursos humanos de las empresas.

                Otro punto no menor a considerar, y en correlación también con una visión neoliberal, ahora del trabajo y los trabajadores, son los obstáculos que las autoridades de la UNC han interpuesto al sindicato docente en la mesa de negociación local. El año pasado se puso en vigencia el Convenio Colectivo de trabajo, pero el mismo requiere de la definición de mecanismos para su plena implementación que afectan directamente a las condiciones de trabajo de los docentes universitarios.

                La Universidad Nacional de Córdoba está cambiando. La contrareforma lejos de ser democrática y plural, restringe el “derecho de universidad”. La contrareforma va por el disciplinamiento de las disciplinas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *